Ayer fui a ver el musical de “El Médico” y decía que toda tu vida está escrita en las estrellas.
Hoy he releído un artículo de una revista que habla de lo que le sucederá a cada signo del zodiaco a lo largo del año, en el trabajo, amor, familia, salud. He leído el mio y me ha fascinado lo que lo ha ido clavando. Algún detalle muy surrealista que cuadra incluso en fechas.
¿Es todo esto cierto? ¿Qué hay de cierto en todo esto? ¿Somos tan ignorantes que no sabemos ver lo que es?
Yo no lo sé. Este jamás fue un blog de respuestas, sino más bien un blog de dudas. Yo me limito a observar y valorar, y en mi caso es bastante fascinante la correlación entre lo que dice la revista y mi coyuntura personal.
¿Por qué nos da tanto miedo lo desconocido?
Ahora parecerá como eso de los chistes, pero es verdad: una amiga de una amiga que conozco está estudiando todo esto de la astrología. Pues oye, lo admiro, alguien que no le teme a abrir melones desconocidos. Luego cada uno puede sacar sus conclusiones y valoraciones, decir que todo era un timo, o decir lo contrario, que en base a lo que ha aprendido, las fuentes, los estudios, hay algo. O no. Lo que está claro es que evitar el tema nos hace simplemente más dogmáticos.
Nuestras vidas son tan aburridas, regladas y normativas, ¿Verdad? Chico conoce chica. Chico estudia carrera. Chico encuentra buen trabajo. Chico hace lo que tiene que hacer. Chico viste como tiene que vestir. Chico siente lo que tiene que sentir. Chico cumple los patrones que le alejaran de experimentar su ser, su esencia, de encontrar su verdad en su interior.
Seguridad por autenticidad. Nos entregamos a repetir patrones de conducta aceptados por seguridad, renunciando a nuestra autenticidad por miedo al rechazo social, a no ser aceptados, a ser repudiados.
Quizás esperamos un instante de iluminación que lo cambie todo, pero esto no suele suceder nunca, y la historia se repite, tus patrones de conducta y tu entorno se repite como el día de la marmota y no sales de allí.
Solo puedes salir de allí si te expones a lo desconocido, si escuchas musicas nuevas, si lees cosas nuevas, si prácticas hobbies nuevos, si permites que sucedan cosas nuevas.
La mente racional es tan controladora que no nos deja cambiar. Nuestro ego está siempre en vigilia para desactivar cualquier oportunidad de rebelión. Tiene muchos recursos como generarte miedo para que no actúes. Quizás tienes ganas de practicar un deporte, un baile, ser de otra manera, pero la mente racional se va a encargar de lanzarte una plancha de hormigón encima de tu cabeza con miedos que desactivará tu acción.
Yo sólo he conocido un hack. Es el hack de la meditación. Y en concreto de una variante, la del Kundalini Yoga. Lo descubrí por un hombre que un día vino a hacer un baño de “Gong” en Sabadell. Había un cartel colgado en la piscina en la que voy, porque lo organizó este club deportivo en Sabadell. Tuve mis dudas, mi mente racional empezó a contraatacar para sacármelo de la cabeza, y lo consiguió por unos días. Pero algo en mi interior me impulsó a apuntarme. Y lo hice. Fui y lo experimenté. Una hora de una especie de yoga-meditación, acompañado con sonidos que hacía el maestro este, Vikrampal, con varios instrumentos (tipo cuencos tibetanos).
Y allí descubrí el hack. El cortocircuito que se salta la mente racional para entrar en tu sistema operativo, de un modo incontrolable, impredecible. Jamás la mente racional dejaría hacer nada que tenga que ver con el incontrol y lo impredecible. Pero este tipo de meditación permite hackear la mente racional y esto me gusta, porque es un resquicio de libertad para ser, sin temor, sin condicionantes.
De todas las meditaciones Kundalini que hay, que hay mogollón, yo me centré en una que explica el libro de Vikrampal, una que dice SA-TA-NA-MA, lo dices en voz alta, luego en susurro, luego en silencio (el doble de tiempo que los dos anteriores), y luego de nuevo en voz alta y luego en susurro, todo moviendo los dedos (indice con pulgar, corazón con pulgar, anular con pulgar y meñique con pulgar). Y fin. Estos sonido son ancestrales dicen, y despiertan algo como la creación (SA), la vida (TA), la muerte (NA) y luego la resurrección o encarnación (MA).
Todo puede parecer una gran parida. Una gran ida de olla. Pero lo dicho, yo me limito a observar, experimentar y valorar, la antítesis del dogmatismo. Y puedo decir que esto no sé que hace pero hackea la mente racional, algo que me parece imposible desde la mente racional.
Tu mente racional no puede hackear tu propia mente racional, siempre gana la mente racional. ¿Por qué? Porque le es muy fácil tirar un misil de miedo y acojonarte para que no hagas nada. Pero la mente emocional funciona diferente, se guía por la intuición, no por la razón, se guía por el sentir. Es como abrir las compuertas de la presa para que salga el agua (pensamientos) y no hacer nada para detenerla, simplemente dar fe de su existencia, dejarla pasar, ni tan siquiera opinar y ni valorar ningún pensamiento, observarlo sin interactuar. Y así, dejar que se vacíe el estanque, para empezar a ver que hay debajo el agua y entrar en tu ser, sin condicionantes, sin complejos, sin miedo, sin retorno a tu antiguo yo.