El lenguaje de la danza

Ayer fui a ver un espectáculo de danza y se me puso la piel de gallina en dos o tres ocasiones. El arte de bailar, de comunicar con el cuerpo, de ir al son de la música es fascinante, cómo sin decir nada comunicas tanto, a veces, claro.

He ido a varios espectáculos de danza, y algunos te encantan, algunos otros no te dicen nada, intentas captar alguna emoción y no recibes nada. Recuerdo una obra que supuestamente era muy buena que nos aburrió mucho, empecé a ver un montón de patrones, movimientos repetitivos, y lo peor, no captaba la emoción de la historia. Esto es superimportante en mi opinión. Puedes ser muy bueno en la técnica de mover el cuerpo, y no transmitir emoción. Y al revés.

Ayer justamente transmitían una emoción desbordante, tanto en positivo com en otros momentos que transmitían angustia. La obra que vi se llama “Becoming What we Might Be”, compuesta por 3 piezas. Todas me gustaron, pero la que más la primera, que creo que es del coreógrafo que se llama Nico Ricchini. Hubo un momento de baile en plena armonía, con la canción “Black Sands” de Bonobo que fue cuando mi cuerpo reaccionó y se me puso la piel de Gallina. En ese momento captas la belleza del momento, la sinfonía de la vida, la energía de la juventud de las bailarinas. Fue muy bonito.

¿Cuántos lenguajes conocemos? ¿Cuántos dominamos?

El lenguaje verbal lo practicamos a diario. Pasa mucho también lo de la danza, que hay mucha gente que habla y no comunica. También al revés, todos tenemos en mente el prototipo de señor grande, que habla poco, pero lo poco que dice comunica mucho.

Hay el lenguaje corporal también. Dicen que un porcentaje altísimo de la comunicación verbal se componen de la comunicación corporal. Te preguntan cómo estás, y dices “Bien”, pero tu lenguaje corporal te delata. Somos animales instintivos y detectamos todo esto, el tono de la voz, la postura, el timbre, la fuerza de arranque de la frase, la mirada, etc., todo en compendio nos dice si cuadra lo que se dice (“bien”), con lo que se transmite (“no muy bien”).

¿Hay más lenguajes? ¿Qué lenguajes conoces? ¿Qué lenguajes practicas tú?

Yo últimamente práctico el lenguaje con los pájaros. Hoy he ido a caminar por el rio, hay un sitio donde ya conozco un pájaro, que tiene un repertorio muy amplio de silbidos (de comunicación). Yo le intento devolver el silbato, y él me lo vuelve a devolver. A veces me reta, y cambia el ritmo y melodía. Hay una que hace que yo no sé hacer, no sé cómo poner la lengua para que salga ese sonido.

Hay gente que se comunica por telepatía a veces. Ni se dicen una palabra, ni se mueve el cuerpo. Simplemente viaja por el ciberespacio una onda, no se sabe muy bien formada de qué, y el caso, es que al receptor le llega la señal. Cuando puedes confirmar con el receptor que le ha llegado el mensaje es cuando quedamos fascinados, y decimos, guau, qué fenómeno es este. También te guardas de no decirlo mucho, por evitar críticas de los escépticos que te van a tirar en cara que todo ha sido casualidad.

¿Y sí la señal te llega del más allá? O al revés, si tú envías una señal al más allá. ¿Le llega al receptor? Aquí es más difícil de constatar. Cuando voy a trabajar a la oficina, paso a veces con el coche por delante de la casa de la que fue una de las mejores amigas de mi madre. Nací en el mismo día que ella, pero muchos años más tarde. Todos le apreciábamos mucho, ahora ya hace años que murió. Cuando paso con el coche por delante la saludo, le mando un beso desde la Tierra. ¿Lo recibirá? Quien lo sabe.

La danza es un arte precioso. Seguramente mi espectáculo favorito es el de “Somos” de Carlas Cervantes y Sandra Egido. Lo he visto dos veces, una a un metro de las bailarinas, sentado en el suelo, muy cerca. Fue brutal.

Bailar. Hay que bailar más. Hay que redescubrir este lenguaje, que abre puertas que no se abren con el habla.

¡Que tengas un feliz domingo y abrazo!

Marcel